¿Te gustan los niños pero todavía no tienes claro si te gustaría trabajar con ellos? Si este es tu caso, no te preocupes más porque hoy te contamos 11 razones por las que trabajar con niños puede convertirse en lo mejor que te ha pasado. ¡Sigue leyendo!

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11 razones para trabajar con niños

1. Eres el responsable de la felicidad de tantos otros más allá de ti mismo

Eres el que besa las pupas y venda las heridas . Tú espolvoreas purpurina en las fotos de los peces y repartes las galletas y los zumos en la merienda. Eres tú quien pone una sonrisa en la cara de estos niños cada día. Y eso es enorme.

2. Eres testigo de tantas maravillosas «primeras veces»

Los primeros pasos, los primeros «adiós» murmurados, la primera vez en el orinal. Eres tú quien reparte las pegatinas doradas, los choca esos cinco y los besos. Y cuando logran algo, es a ti a quien saludan con orgullo.

3. Tienes la oportunidad de participar en un proceso de aprendizaje sucio y sorprendente

El zumo de manzana derramado sin tapa, los pañales sucios, las rodillas manchadas de hierba. Les enseñas, lentamente, y eres testigo de cada paso de su crecimiento.

4. Ves muchas sonrisas

Sonrisas cuando corren por el patio, cuando saltan a tus brazos, cuando ven a sus mamás y papás al final del día. Tienes la oportunidad de desempeñar un papel en sus vidas sencillas y alegres, y eso es hermoso.

5. Experimentas la paternidad de forma vicaria

Cuidas de esos niños como si fueran tuyos. No son de tu sangre, pero los quieres igual. Y aunque seas o no seas padre, te conviertes en «mamá» y «papá» de tantos pequeños.

6. Celebras las pequeñas cosas cada día

Cada día trae nuevas emociones -un par de zapatos nuevos, un paseo por el parque, un tesoro encontrado en el fondo de la caja de juguetes- y tú formas parte de todo ello. Eres la compañera de fatigas, que rebusca entre los bloques y construye torres, y eres la primera persona a la que acuden cuando descubren una mota de hilo en el suelo. Celebras estos pequeños momentos y cada uno de ellos ilumina su vida y la tuya.

7. Se depende de ti continuamente

Y cada día sirves a un propósito. Eso es poderoso.

8. Eres una parte crucial del desarrollo de cada niño

Eres tú quien enseña lo que está bien y lo que está mal, cómo compartir, cómo tomar turnos y lo que significa tener palabras y caricias amables. Ayudas a desarrollar a estos niños, día tras día, y los moldeas en su futuro yo.

9. Ayudan a construir el carácter de estos seres humanos en miniatura

No sólo les ayudas a desarrollarse académica y socialmente, sino que fomentas sus personalidades y sacas a relucir sus rasgos únicos, también.

10. Literalmente, salvas vidas todos los días

Desde las caídas de las sillas hasta la escalada de los gimnasios de la selva o los resbalones en el suelo mojado, eres el salvador y el que previene todos los accidentes y catástrofes que pueden ocurrir. Gracias a Dios por ti.

11. Eres un ejemplo de amor en su forma más verdadera

Amas a estos niños incondicionalmente, y les muestras que el mundo está, de hecho, lleno de gente maravillosa. Eres un ejemplo constante de lo que es y debe ser el amor. Y enseñas a estos niños que, independientemente de lo que tengan que afrontar, nunca estarán solos.

Como ves, existen numerosas razones para trabajar con niños pequeños. Si a ti también te gustaría, pero no tienes la formación necesaria, ¡deja de preocuparte! En Udeka ponemos a tu disposición los mejores cursos de educación infantil para que puedas aprender todo lo necesario y seguir avanzando en tu carrera profesional. ¡No esperes más! ¡Deja que te ayudemos!