¿Ya has concluido tu formación y te sientes listo para comenzar a trabajar? En ese caso, necesitas prepararte para las entrevistas de trabajo. Muchos de nosotros hemos estado en esa situación, y lo cierto es que hay que estar preparado. ¡Te contamos qué tener en cuenta!

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Cosas a tener en cuenta en una entrevista de trabajo

Este suele ser el punto de impacto de Aquiles de muchos candidatos al trabajo. ¿Se le nota en algún momento que llega tarde a una reunión? Increíblemente, hay personas que llegan 5, 10 o bastante más minutos tarde. Puedo comprender que el transporte haya llegado tarde o que cualquiera de los dos haya ocurrido, pero no puedo comprender que no tengan la presciencia de pensar en estas cosas. Al igual que llegar tarde a una cita con un compañero, que es una mala acción en sí misma, pero de todos modos es sustancialmente más significativa. No te harán saber que está bien, sin embargo que hay individuos que han mostrado más interés y consideración por la organización y el individuo con el que están conversando. Recuerde que su interlocutor ha organizado su día y no tiene ningún deseo de quedarse sentado sin hacer nada. Conviene estar allí con 30 minutos de antelación y, cuando queden sólo 10 minutos, acudir al lugar de trabajo o donde se vaya a celebrar la reunión.

El interlocutor no es tu compañero, a pesar de que te agradecerá que te sientes ante él, no le des la mano ni seas descortés. Principalmente por el hecho de que le ahorrarás la dificultad de ver si eres apropiado o no. ¿Serías capaz de imaginar lo que podría ocurrir en el caso de que hicieras alguna de estas cosas? Con una sonrisa más falsa que un cargo de 40 euros, dirá la expresión letal: «Ya nos pondremos en contacto con usted». Esto incorpora desear a tu interlocutor una mañana o un día decente; estrecharle la mano con seguridad cuando te encuentres con él; no besarle (un error ejemplar); retrasar hasta que se desplome para dejarte sin sentido (excepto si te pide explícitamente que te desplaces); que no comas chicle (es sorprendente que algunas personas lo hagan durante una reunión); que no saques el teléfono bajo ningún concepto (debe estar apagado o en modo silencioso); que no mires la hora; que no bosteces, etc.

Dependiendo de la organización y la ocupación a la que te presentes, la forma de vestir será diferente. Por ejemplo, si va a solicitar un puesto de asesor jurídico, lleve un traje (y no dos tallas más grandes); si va a solicitar un puesto de contable y la empresa es una PYME, lleve ropa formal, pero no un traje; si va a ser evaluado para una tarea de reparador, lleve ropa formal y evite los trajes, etc. Por último, todo se reduce a cómo se va a vestir para el trabajo que solicita. Asumiendo que el trabajo diario se hará con traje, vístete así. Suponiendo que sea excesivo, vaya formal (sin ropa activa) y, por cierto, en el caso de que sea una dama y lleve cosméticos, asegúrese de no esforzarse demasiado. Lo mismo ocurre con los adornos: no te esfuerces demasiado con los anillos y las cintas para el cuello. A decir verdad, la ropa moderada será en general compensada en las reuniones de futuros empleados.

Una vez más, el interlocutor no es tu compañero, así que no puedes hablar como si estuvieras con tus compañeros. Nada de «colega» y otras palabras desenfadadas. Intente articular sus pensamientos de forma adecuada e inequívoca, sobre todo si se trata de un trabajo de alto nivel.

Los entrevistadores suelen utilizar un truco que a menudo funciona: inculcan la confianza en el entrevistado, lo que significa que le tratan de tal forma que le hace sentir bien, e incluso pueden empezar a hablar de cosas aparentemente cotidianas (deportes, tráfico de la ciudad, clima, etc.).

Intente no ser arrogante, ya que necesitan que baje la guardia y muestre quién es realmente. A decir verdad, a muchas personas se les va de las manos hacer afirmaciones que no deberían, lo que, como puede prever, provoca el rechazo.Sea justo con respecto a las preguntas individuales